El concepto de las Necesidades Básicas Insatisfechas surgió como una referencia para medir los niveles de pobreza de una población y poder actuar en consecuencia, utilizando las herramientas de política económica necesarias. Se consideran como tales, las siguientes: vivienda inadecuada, vivienda sin servicios, hacinamiento crítico, inasistencia escolar y alta dependencia económica. A través de una serie de preguntas hechas a familias se determina el número de hogares que carecen de las características anteriormente enunciadas y basados en estos criterios se consideran pobres. Este indicador, si bien no es del todo completo, brinda elementos de análisis que permiten a un Estado focalizar su inversión social para el desarrollo de este grupo poblacional.
Es entonces el Estado el que como proveedor de bienes y servicios públicos determina el monto y la manera como el presupuesto se destinará en la solución y cambio de los grupos poblacionales vulnerables que se enmarcan en el concepto de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). De esta manera, se realizan inversiones en salud, alimentación, educación y vivienda focalizado en las familias consideradas pobres.
Sin embargo, además de las inversiones anteriormente mencionadas el Estado a través de su área de gobierno destina también presupuesto para otros temas como el deporte y el cine por ejemplo, que se consideran como inversión social a pesar de no enmarcarse en el criterio de las NBI.
Sin negar la importancia que reviste la representación del país en materia deportiva contribuyendo a fomentar lo que Joseph Nye determina como "Soft Power"(1), y lo relevante del fomento de las artes, en este caso el cine, como memoria histórica y expresión cultural además de también contribuir al "soft power", lo cierto es que carecer de estas actividades definitivamente no implica estar frente a una NBI. En ese contexto, más bien podría hablarse de una Necesidad Extraordinaria Insatisfecha (NEI), en la que sin desconocer su importancia para el país, podría tener un esquema de inversión diferente al que pueden tener las NBI.
Por ejemplo, se destinaron $8.000 millones de pesos para la preparación de los deportistas que participarán en los juegos olímpicos y aún así se considera una cifra insuficiente para garantizar una preparación óptima, implicando que los atletas participantes no pueden dedicarse de tiempo completo a su actividad de preparación sino que deben tener un trabajo que genere ingresos de sostenimiento (2).
Frente a esto, una posible alternativa sería la de considerar estas inversiones bajo un enfoque de Necesidades Extraordinarias Insatisfechas (NEI), al considerar que este tipo de actividades requieren una inversión extraordinaria de recursos y en ese sentido puede incentivarse la consecusión de mayores recursos mediante alianzas con el sector privado, que le otorgen reducciones impositivas, pero también generando autosostenibilidad en el sistema de la siguiente forma: El atleta que recibe el subsidio o ayuda, debe comprometerse a que si recibe ingresos extraordinarios derivados directa o indirectamente de su actividad y éxitos deportivos, tales como premios, contratos publicitarios o patrocinios, destine un porcentaje de ese dinero a un fondo que continue ayudando a otros atletas en formación que en un mediano plazo puedan suceder al atleta que actualmente está contribuyendo y repita el ciclo de ayuda.
Es cierto que en el caso del país no se encuentran tan desarrollados los ingresos de los deportistas derivados de la publicidad, como en Estados Unidos o Europa. Sin embargo, el deportista no se vería afectado, ya que su contribuición sería por un tiempo determinado (cinco años, por ejemplo), y solamente cuando tenga ingresos provenientes de su éxito deportivo, al que el Estado ha contribuido subsidiando su preparación. Es decir si obtiene ingresos de otro tipo de actividades estas no serían objeto de contribución.
La idea sería entonces cubrir este tipo de Necesidades Extraordinarias Insatisfechas (NEI), a través de ingresos extraordinarios también, ya que están condicionados al éxito del deportista subsidiado, pero que en el esquema actual, no contribuye a seguir desarrollando nuevas generaciones de deportistas que representen bien al país, sin importar que tenga éxito deportivo y económico gracias a la ayuda del Estado en su preparación de alto nivel.
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(1)Estrategias de diplomacia cultural (y también deportiva) que consisten en promover los valores que los identifican como estado nación, de tal forma que se hagan atractivos, generando un interés por su país. Fundación Norte Sur. En: http://www.fundacionnortesur.org/raiz/simposio.html (consulta: 25 de febrero, 2008)
(2)Deportistas colombianos de alto rendimiento tienen que trabajar fuera de cuadrilateros y pistas. El Tiempo. Febrero 15, 2008. Sección Deportiva.
lunes, 25 de febrero de 2008
sábado, 2 de febrero de 2008
Chistes o bromas sobre economistas
El humor es parte esencial e inherente del ser humano. La capacidad de reirnos de nosotros mismos es también un sano ejercicio de autocrítica para reconocer nuestros defectos y entender que podemos mejorar. En el caso de los economistas, somos muchas veces criticados (algunas veces sin razón y otras tantas con ella) por la tendencia a formular postulados económicos considerándolos infalibles y realizar predicciones sobre hechos que están sujetos a una gran incertidumbre; esto obviamente adoptando una postura de oráculo, que nos eleva sobre otras ciencias sociales y que pretende cual ícaro impetuoso, acercarse al sol de las ciencias exactas. En la realidad, la economía esta lejos de formular teoremas y postulados infalibles, lo que no implica sin embargo, que no pueda aportar y analizar hechos sociales con lucidez y aplicabilidad, para mejorar su entorno y el de una sociedad.
En síntesis, considero que más que la economía la falla esta en algunos economistas, aquellos que pontifican y consideran su palabra como axiomática. Para ellos, están dedicados los siguientes chistes:
1. A la muerte de Einstein, este va al cielo y se encuentra con tres personajes. Al primero de ellos le pregunta acerca de su Coeficiente Intelectual y este les responde 190. "Perfecto, contigo puedo discutir acerca de los aportes hechos por Rutherford al campo de la física y podemos discutir acerca de mi teoría de la relatividad". Realiza la misma pregunta al segundo hombre y este le responde 150. "Bien, me encantaría discutir acerca del papel de la ONU en un mundo de posguerra fría y el combate del terrorismo en un mundo globalizado". El tercer hombre se acerca a Eintein y le dice, yo tengo 50 puntos de coeficiente intelectual. Eintein hace una pausa y dice: "¿cuál es tu proyección del desempleo y la inflación para el próximo año?
2. ¿Cuántos economistas de la Escuela de Chicago se necesitan para cambiar un bombillo?
Respuesta: Ninguno. Si el bombillo necesita ser cambiado, el mercado se encargará de ello.
3. ¿Cuál es la diferencia entre un economista y un anciano desorientado con Alzheimer?
Respuesta: El economista es el que tiene la calculadora.
4. Un economista es alguien que no sabe de lo que está hablando y te hace sentir culpable por ello.
5. Dos economistas se encuentran caminando por la calle cuando ven un montón de estiércol en el suelo. Uno de ellos le dice al otro: "te doy $20.000 si te comes ese pedazo de estiércol". Realizando un análisis de costo-beneficio el segundo economista piensa que optimizaría su utilidad comiéndolo, así que lo hace y cobra el dinero. Más adelante, se encuentran otro montón de estiércol y es esta vez el segundo economista el que le propone al primero que se coma un pedazo de estiércol a cambio de $20.000. El primer economista también realiza un análisis de costo-beneficio y accede a efectuar la transacción, recibiendo el dinero.
Siguen caminando y el segundo economista le comenta al primero: "Oye, ambos comimos mierda y tenemos la misma cantidad de dinero. No creo que estemos mejor que antes". El primer economista entonces replica. "Eso es cierto, pero no has tenido en cuenta que hemos realizado un intercambio comercial por un valor de $40.000"
II Parte
III Parte
En síntesis, considero que más que la economía la falla esta en algunos economistas, aquellos que pontifican y consideran su palabra como axiomática. Para ellos, están dedicados los siguientes chistes:
1. A la muerte de Einstein, este va al cielo y se encuentra con tres personajes. Al primero de ellos le pregunta acerca de su Coeficiente Intelectual y este les responde 190. "Perfecto, contigo puedo discutir acerca de los aportes hechos por Rutherford al campo de la física y podemos discutir acerca de mi teoría de la relatividad". Realiza la misma pregunta al segundo hombre y este le responde 150. "Bien, me encantaría discutir acerca del papel de la ONU en un mundo de posguerra fría y el combate del terrorismo en un mundo globalizado". El tercer hombre se acerca a Eintein y le dice, yo tengo 50 puntos de coeficiente intelectual. Eintein hace una pausa y dice: "¿cuál es tu proyección del desempleo y la inflación para el próximo año?
2. ¿Cuántos economistas de la Escuela de Chicago se necesitan para cambiar un bombillo?
Respuesta: Ninguno. Si el bombillo necesita ser cambiado, el mercado se encargará de ello.
3. ¿Cuál es la diferencia entre un economista y un anciano desorientado con Alzheimer?
Respuesta: El economista es el que tiene la calculadora.
4. Un economista es alguien que no sabe de lo que está hablando y te hace sentir culpable por ello.
5. Dos economistas se encuentran caminando por la calle cuando ven un montón de estiércol en el suelo. Uno de ellos le dice al otro: "te doy $20.000 si te comes ese pedazo de estiércol". Realizando un análisis de costo-beneficio el segundo economista piensa que optimizaría su utilidad comiéndolo, así que lo hace y cobra el dinero. Más adelante, se encuentran otro montón de estiércol y es esta vez el segundo economista el que le propone al primero que se coma un pedazo de estiércol a cambio de $20.000. El primer economista también realiza un análisis de costo-beneficio y accede a efectuar la transacción, recibiendo el dinero.
Siguen caminando y el segundo economista le comenta al primero: "Oye, ambos comimos mierda y tenemos la misma cantidad de dinero. No creo que estemos mejor que antes". El primer economista entonces replica. "Eso es cierto, pero no has tenido en cuenta que hemos realizado un intercambio comercial por un valor de $40.000"
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